Sara es una adolescente alegre, extrovertida y amigable, como cualquiera de su edad.
Pero desde hace unos meses su comportamiento ha cambiado.
Su mamá piensa que son cosas de la edad y no le toma mucha importancia.
Cuando esta en casa se encierra en su habitación y evita cualquier contacto con otras personas.
Tiene cambios de humor sin razón aparente, los cuales pueden ir desde el llanto hasta actitudes agresivas hacia los demás y/o sí misma.
En el cole se relaciona poco con sus compañeras y compañeros y ha bajado sus calificaciones.
Muestra rechazo ante cualquier contacto físico.
Su mamá encontró ropa interior manchada, además de que últimamente Sara tiene dificultad para caminar y sentarse.
Al notar estas señales, doña Carmen entendió que podría estar sucediendo algo grave y que debía intervenir.
Por ello decidió informarse y acudir donde un especialista que la orientara.
Todos los lugares anteriores ofrecen orientación y apoyo ante casos de abuso sexual, son gratuitos y completamente confidenciales.
Sara estaba siendo víctima de abuso. Igual que muchas niñas y adolescentes que son víctimas de familiares, amigos o personas cercanas.
Gracias al apoyo de su mamá, profesionales y autoridades, hoy, Sara puede retomar su vida lejos del abuso y violencia.